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El italiano Filippo Pozzato, del Liquigas, fue el encargado de quitar el precinto al maillot oro de la Vuelta a España con el triunfo de su equipo en la contrarreloj inaugural disputada en Granada en un recorrido de 7,7 kilómetros, en la que las escuadras de los favoritos no arriesgaron sobre el resbaladizo asfalto de la ciudad de la Alhambra.
Pozzato, el "principito" del ciclismo italiano, un corredor de 27 años que ganó la Milán San Remo en 2006, entró en cabeza en el tren del Liquigas con un tiempo de 8.21 minutos, lo que le sirvió para tener el honor de estrenar la prenda dorada de líder.
No arriesgaron más de la cuenta los equipos de los favoritos. Así, el CSC de Carlos Sastre fue quinto a 11 segundos y el Astana de Alberto Contador octavo a 14. El trazado, rápido, con 6 cuevas y dos rotondas sobre un asfalto resbaladizo por el aceite de los vehículos, invitaba a la prudencia, de ahí que el objetivo principal era evitar las caídas.
Los favoritos empezaron la Vuelta en un margen de cinco segundos. Valverde se adelantó en dos segundos a Sastre y en 5 a Contador, diferencias insignificantes en una jornada de trámite que sirvió para iniciar la fiesta y conocer el primer líder.
"Lo importante era no caerse, lo hemos dado todo pero con precaución en las curvas", dijo Contador, cuyo equipo llegó a meta con cinco corredores, el mínimo para marcar el tiempo. El balance fue positivo para Sastre, contento con la contrarreloj "en un circuito técnico y más complicado de lo que parecía".
Pozzato se puso al frente de la general con el mismo tiempo que sus compañeros de equipo y compatriotas Valerio Agnoli y Manuel Quinziato. De momento los nombres de la alta jerarquía se hallan a partir del puesto número 15 con Valverde, Sastre figura en el 35 y Contador en el 53. Tan solo anécdotas en la puesta de largo de la ronda española.
No faltaron los sustos, ya que el andaluz José Antonio Carrasco (Andalucía Cajasur) sufrió una caída apenas comenzada la contrarreloj. Un aviso del que tomaron nota el resto de participantes.
Pozzato estrenó su palmarés en la Vuelta de la mejor manera posible. Su escuadra arriesgó en las calles granadinas, donde marcó el segundo mejor tiempo en el kilómetro 3,5. Al final apretó a fondo para hacerse con los mandos de la carrera. El corredor de Sandrigo, profesional desde 2000, ya dejó su sello en el Tour de Francia con una victoria en 2004, antes de consagrase en la San Remo, la carrera que invade los sueños de cualquier corredor italiano.
La Vuelta seguirá por tierras andaluzas para la disputa de la segunda etapa que cubrirá 167 kilómetros entre Granada y Jaén, la primera oportunidad para los esprinters, aunque un final en ligero repecho podría permitir la victoria de un corredor de las características de Alejandro Valverde.