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En Italia el Mundial se ve de color negro sobre todo después de la mala actuación de Ferrari en el Gran Premio de Singapur. Los calificativos son claros. Al menos por el director del equipo, Stefano Domenicali, que ha calificado este domingo como "día negro". "Nuestro mejor coche ha terminado último", ha afirmado Domenicali que no quiere que cunda el pesimismo: "El objetivo es claro. Quedan tres carreras y tenemos que terminar primeros o segundo en cada circuito". Desde Ferrari se apunta que el objetivo es difícil pero que "son capaces de hacerlo".
El director de la escudería italiana ha señalado que en Singapur "el coche de seguridad fue demasiado determinante". "No quiero discutir las situaciones que pueden surgir en condiciones de seguridad porque son impredecibles".
Por su parte, el presidente de Ferrari Luca Cordero di Montezemolo ha señalado en declaraciones a la agencia ANSA que "se trata de un día amargo pero quedan tres carreras y confiamos en los hombres y los monoplazas de Ferrari, que son los mejores". "Massa obtuvo una extraordinaria calificación este fin de semana a pesar de su carrera", ha advertido el presidente de la escudería roja que no ha sido tan benévolo con el finés Kimi Raikkonen: "Estoy esperando que Kimi muestre que es el campeón del mundo".