Sport4Everybody

El maratón femenino, presente por primera vez en los Juegos, dio lugar a un drama con la patética llegada de la suiza Gabriela Andersen-Schiess. Titubeante, la helvética rechazó toda ayuda que hubiera significado su descalificación. Durante más de cinco minutos, una parte del público la alentó para que siguiera, pero otra parte pidió a los comisarios de pista que intervenieran. Gabriela Andersen-Scheiss acabó cruzando la meta, en la posición 37.
Cuando los comisarios del maratón vieron que la hondureña Leda Díaz de Cano llevaba media hora de retraso sobre las primeras, a mitad del recorrido, la convencieron para que no terminara la carrera. Querían restablecer la circulación lo más rápido posible en las calles.