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Era el 27 de enero de 1976 cuando se celebraba el all star de la ABA. La ABA fue una liga que apareció a finales de los años 60 como competencia de la NBA. Apostaba mucho más por el espectáculo y llegó a hacerle sombra durante los inicios y mediados de los 70 a la NBA. Por esta liga pasaron muchísimas estrellas y grandes jugadores y había un flujo contante de éstos entre las dos ligas. El problema de la ABA fue la desorganización y descontrol existente en esta liga en parte producido por la inestabilidad de sus franquicias al no estar normalmente respaldadas por grandes ciudades. Todo esto propició una crisis económica en toda la liga que llevaría a su desaparición en 1976.

Dentro de todo esto se realizó el primer concurso de mates de la historia. La necesidad hizo agudizar el ingenio y los dirigentes de la ABA decidieron crear algo nuevo. El all star se celebraba en Denver y sería retrasmitido para todo el país. Esto no había ocurrido durante los años de mayor esplendor de la liga y casi parecía hecho a propósito. Los dirigentes no tenían "pasta" para casi nada y entonces se les ocurrió la maravillosa idea: hacer un concurso de mates. Los participantes tenían que ser miembros de los equipos del all star para no tener que pagar más viajes y hoteles y el premio al ganador fue simbólico.

Los participantes fueron Artis Gilmore, que simplemente intervino como comparsa. No tenía mérito ver a un gigantón de 2.18 haciendo mates en los que no se esforzó nada dado su carácter tranquilo y que los realizó casi rozando el ridículo aunque el siguiera tan pancho. Larry Kenon si se esforzó bastante y realizó buenos mates, sobre todo el último. George Gervin que luego cuando llegó a la NBA se convirtió en un excelente anotador intervino con poco interés y falló dos mates.

Los verdaderos protagonistas fueron David Thompson y Julius Erving. Thompson parecía el favorito al jugar en casa pero falló uno de los mates. Hizo uno de los primeros mates con giro de 360º aunque no quedó muy bien porque dada la velocidad a la que lo hizo casi se pasa el aro. Fue una lástima que no pudiera realizar un grandísimo mate que hizo en el calentamiento. Por último Julius Erving demostró por qué posiblemente sea el jugador más espectacular de la historia. Hizo 4 buenos mates pero el que quedó para la posteridad fue el que realizó saltando desde la línea de personal. Fue sencillamente espectacular. El Doctor J ganó el concurso y se llevó el "premiazo" de 1000 $ y un equipo estéreo.

Aunque la ABA desapareciera unos meses más tarde, aquella noche mágica en Denver, que mostró el espíritu de la liga, se convirtió en un hecho histórico para el baloncesto moderno realizado por el hermano pobre, ya casi arruinado, del baloncesto americano.